Astérix y Obélix se encuentran, como de costumbre, en su pueblo galo cazando jabalís. De repente, aparecen unos romanos con un rehén hispano, Pepe.
Este libro cuenta la historia de un señor mayor muy avaro llamado Scruch.
Él heredó una gran fortuna al morir su socio Marley. Cuando llegó la Navidad, Scruch demostró su gran avaricia al no darle nada a los pobres y tampoco dejó a su empleado Cratchit salir antes el día de Nochebuena. Entonces , empiezan a ocurrir cosas muy raras. Primero, se le aparece el fantasma de Marley lleno de cadenas, intentando que Scruch se dé cuenta de su tacañería. A continuación se le aparecen otros fantasmas: el del pasado, el del presente y el del futuro que le hacen reflexionar de lo que está haciendo mal.
Él se da cuenta y rectifica: le regala a los pobres monedas, ayuda a Timitín ( hijo minusválido de su empleado Cratchit) , va a cenar con su sobrino (después de que se lo pidiera muchas veces ) y gracias a todo esto la gente no lo odiará tanto y él se sentirá feliz.
Tras haber destruido el artefacto qeu absorbía la magia de Wellmet, el protagonista de la historia (Connwaer) pierde su locus magicalicus. En la explosión notó cómo la magia le hablaba y entonces decidió hacer otra explosión para volver a oírla cuando Nevery no estaba. Pero destruyó el edificio donde vivían. Fue entonces cuando él se rompió un brazo y Benet la cabeza. Cuando se despierta en el hospital ve a Benet y Nevery que enfadado con Connwaer lo hecha. Connwaer fue condenado al exilio, se fue a Desh en la delegación. Antes de llegar a la delegación pasó cuatro días comiendo de un poco de comida que le había dado Nevery pese a estar enfadado. La delegación estaba capitaneada por la princesa que curiosamente era su amiga Rowan. Durante el camino tuvo varios problemas con la capitana Kern, ésta al llegar le quitó el cuchillo, a lo que él respondió volviendo a cogerlo y robándole el suyo.
