La protagonista del libro, Nila, es una adolescente un tanto especial, muy introvertida; le gustan los libros porque le transmiten paz y tranquilidad, odia a su gata, no quiere a su padre como padre, piensa que su madre es una loca inmadura y, a veces, se deja llevar por su mente soñadora. Pero en el fondo es madura y sabe lo que quiere: ser escritora.
Para lograr su meta tiene la ayuda de un viejo diccionario de latín, que compró en una tienda de libros de segunda mano, y de su antigua propietaria, Carola Biga.
Toda la novela se desenvuelve en medio de una tormentosa relación familiar.
Para tratar de una adolescente de nuestra edad, tiene una profundiad arrolladora, que sin duda alguna me ha hecho pensar. No sé si era esa la finalidad de la lectura de este libro, pero desde luego se lo recomiendo a todos aquellos que alguna vez hayan tenido dudas sobre su futuro. Ya que no solo te hace preguntarte por la importancia de las cosas que creemos indispensables y que no lo son, sino que también te enseña un modo de superarte, como el que tiene Nila.
Para lograr su meta tiene la ayuda de un viejo diccionario de latín, que compró en una tienda de libros de segunda mano, y de su antigua propietaria, Carola Biga.
Toda la novela se desenvuelve en medio de una tormentosa relación familiar.
Para tratar de una adolescente de nuestra edad, tiene una profundiad arrolladora, que sin duda alguna me ha hecho pensar. No sé si era esa la finalidad de la lectura de este libro, pero desde luego se lo recomiendo a todos aquellos que alguna vez hayan tenido dudas sobre su futuro. Ya que no solo te hace preguntarte por la importancia de las cosas que creemos indispensables y que no lo son, sino que también te enseña un modo de superarte, como el que tiene Nila.
Por Mariña Pérez, 1º BAC
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