Se trata de un libro cuya autora es una modelo internacional de origen somalí; ella es Waris Dirie. Además de modelo de pasarela, es embajadora de Naciones Unidas y una mujer con un alma extraordinariamente valiosa.
La temática alrededor de la cual gira todo el libro está estrechamente relacionada con su vida y experiencias personales. Waris en su libro nos cuenta una historia real: desde que se escapa de Somalia (la querían casar con un hombre mucho mayor que ella porque pagaría por ella unos camellos) hasta que regresa para encontrarse con su familia, ya siendo una gran modelo.
La historia es intrigante pero, dado que es autobiográfica, en determinados momentos de la lectura le hace sentir al lector un gran sentimiento de tristeza. Para una población de un mundo desarrollado, del mundo Occidental, se hace complicado entender ciertas culturas y tradiciones de África. Más duro todavía es leer cómo los pies de sus familiares están sangrando a causa de no poseer ni unos viejos zapatos, cómo la mujer está sometida a la mutilación genital, cómo no puede cortarle el pelo a un hombre, cómo Waris le lleva de regalo a su madre un espejo para que pueda ver su cara, ver cómo las mujeres tienen que estar siempre con la cabeza cubierta... y un gran número de detalles más que no menciono ya que considero que es mejor ir descubriéndolos a través de su historia, es decir, a través de la lectura. Además, con este libro descubres muchas tradiciones y conoces el modo de vivir en África. Las comparaciones que se establecen a lo largo de todo el libro hacen reflexionar al lector, darse cuenta de las facilidades que tenemos en Occidente y de los lujos con que vivimos. Sin embargo me ha llamado la atención la manera de Waris para tratar ciertos temas. Por ejemplo, ella no quiere un cochecito para llevar a su niño cuando es bebé porque ha sido educada para llevarlo a su espalda; la suegra insiste en que debe comprarlo y llevarlo de ese modo. Waris le contesta así: "Es una supuesta comodidad de la que puedo prescindir". Otros darían contestación en otro tono y con connotaciones negativas.
El libro también es un ejemplo de denuncia social puesto que Waris está haciendo de temas que no se podrían mencionar en África y está luchando contra ellos; la MGF, la igualdad entre hombres y mujeres, la presencia de la educación y la sanidad en esos países tan pobres... y diciendo que no nos quedemos de brazos cruzados, quejándose de cómo iba todo, sino que ayudemos a terminar con eso ("No se pasaba el día de brazos cruzados, quejándose de cómo iba todo, sino que estaba intentando hacer algo, cambiar las cosas").
Respecto a su final, me ha parecido escaso. Me gustaría pasar unas cuantas páginas más y leer como Waris se encuentra feliz por ver a su familia y observar la llegada y el encuentro con su hijo, una vez ha abandonado África.
En conjunto, es un valioso testimonio, triste, atrevido y al mismo tiempo sorprendente. Lo recomiendo a todo tipo de lectores, especialmente a los que se sientan interesados por conocer nuevas culturas y países exóticos y a los que les guste contribuir con la desaparición de la MGF, porque parte de los ingresos por la venta de este libro se destina a la Fundación Desert Dawn (Amanecer en el desierto, creada por Waris Dirie; de aquí la relación con el título), cuyo objetivo es el anterior.
María Arias Boán. Bachillerato
La temática alrededor de la cual gira todo el libro está estrechamente relacionada con su vida y experiencias personales. Waris en su libro nos cuenta una historia real: desde que se escapa de Somalia (la querían casar con un hombre mucho mayor que ella porque pagaría por ella unos camellos) hasta que regresa para encontrarse con su familia, ya siendo una gran modelo.
La historia es intrigante pero, dado que es autobiográfica, en determinados momentos de la lectura le hace sentir al lector un gran sentimiento de tristeza. Para una población de un mundo desarrollado, del mundo Occidental, se hace complicado entender ciertas culturas y tradiciones de África. Más duro todavía es leer cómo los pies de sus familiares están sangrando a causa de no poseer ni unos viejos zapatos, cómo la mujer está sometida a la mutilación genital, cómo no puede cortarle el pelo a un hombre, cómo Waris le lleva de regalo a su madre un espejo para que pueda ver su cara, ver cómo las mujeres tienen que estar siempre con la cabeza cubierta... y un gran número de detalles más que no menciono ya que considero que es mejor ir descubriéndolos a través de su historia, es decir, a través de la lectura. Además, con este libro descubres muchas tradiciones y conoces el modo de vivir en África. Las comparaciones que se establecen a lo largo de todo el libro hacen reflexionar al lector, darse cuenta de las facilidades que tenemos en Occidente y de los lujos con que vivimos. Sin embargo me ha llamado la atención la manera de Waris para tratar ciertos temas. Por ejemplo, ella no quiere un cochecito para llevar a su niño cuando es bebé porque ha sido educada para llevarlo a su espalda; la suegra insiste en que debe comprarlo y llevarlo de ese modo. Waris le contesta así: "Es una supuesta comodidad de la que puedo prescindir". Otros darían contestación en otro tono y con connotaciones negativas.
El libro también es un ejemplo de denuncia social puesto que Waris está haciendo de temas que no se podrían mencionar en África y está luchando contra ellos; la MGF, la igualdad entre hombres y mujeres, la presencia de la educación y la sanidad en esos países tan pobres... y diciendo que no nos quedemos de brazos cruzados, quejándose de cómo iba todo, sino que ayudemos a terminar con eso ("No se pasaba el día de brazos cruzados, quejándose de cómo iba todo, sino que estaba intentando hacer algo, cambiar las cosas").
Respecto a su final, me ha parecido escaso. Me gustaría pasar unas cuantas páginas más y leer como Waris se encuentra feliz por ver a su familia y observar la llegada y el encuentro con su hijo, una vez ha abandonado África.
En conjunto, es un valioso testimonio, triste, atrevido y al mismo tiempo sorprendente. Lo recomiendo a todo tipo de lectores, especialmente a los que se sientan interesados por conocer nuevas culturas y países exóticos y a los que les guste contribuir con la desaparición de la MGF, porque parte de los ingresos por la venta de este libro se destina a la Fundación Desert Dawn (Amanecer en el desierto, creada por Waris Dirie; de aquí la relación con el título), cuyo objetivo es el anterior.
María Arias Boán. Bachillerato
1 comentarios:
Interesante, la conoci en el 4to encuentro mundial de valores en monterrey,no sabia quien era ella, muy interesante todo lo que explica y trata de decir con todo esto, tomando conciencia de lo que sucede , y como poder cambiarlo desde nosotros mismos, gracias!
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